Las hemorragias son la salida de la sangre del interior del vaso sanguíneo (arteria, vena y capilar) o del corazón. Esta pérdida se produce por la rotura de la pared de los mismos. Podemos conocer la procedencia de la sangre dependiendo de sus características:
- Sangre arterial: este tipo de hemorragia suele ser intensa y la sangre es de color rojo vivo y sale de forma intermitente y con fuerza.
- Sangre Venosa: esta es menos intensa que la anterior, la sangre es de color rojo oscuro y sale de forma continua y persistente.
- Sangre Capilar: son poco intensas y localizadas.
Se clasifican en tres tipos: exteriorizadas, internas y externas.
- Exteriorizadas:
- Epistaxis: sangrado por la nariz.
- Hematemesis:sangrado por la boca, en forma de vómito. Procede del esófago o estómago.
- Melena:sangrado por el ano procedente del intestino.
- Rectorragia: sangrado por el ano procedente del recto.
- Hemoptisis:sangrado por la boca procedente del aparato respiratorio. Este viene acompañado de tos.
- Otorragia: sangrado por el oído.
- Metrorragia:sangrado por la vagina procedente del útero de origen distinto a la menstruación.
- Menorraguia: menstruación con periodo superior a 7 días.
- Hematuria:sangrado por la uretra procedente del aparato urinario.
- Externa: La sangre sale directamente al exterior.
- Interna: La sangre no sale al exterior acumulándose en cavidades o órganos. En este caso colocaremos al paciente en posición de trendelenburg.
Debemos saber identificar correctamente las manifestaciones generales de este tipo de lesión, ya que, es primordial para poder detectar una hemorragia interna. Además, una pérdida de 500 ml conduce a un shock hipovolémico poniendo en riesgo la vida del accidentado.
En primer lugar debemos acostarlo y abrigarlo porque la pérdida de sangre conduce a una disminución de la Temperatura corporal.
Sospecharemos de una hemorragia cuando aparecen: confusión, desorientación, mareos, piel pálida, fría y humedecida, aumento de la frecuencia cardíaca con el pulso débil y rápido, aumento de la frecuencia respiratoria y debilidad. También, estaremos atentos si manifiesta, dolor abdominal, torácico o cefalea intensa.
Las medidas a adoptar irán desde los más sencillos a los más complejos. Siguiendo este criterio realizaremos los siguientes pasos:
- Compresión directa: Consiste en efectuar una presión con una gasa o apósito en el punto de sangrado durante 10 minutos y elevaremos la extremidad por encima del corazón. una vez transcurrido este tiempo se deja de hacer presión pero NUNCA se retira el apósito. Esta paso no se realiza en el caso de que se vea el hueso o tenga algún objeto clavado.
- Inmovilización: cuando nos encontremos ante una fractura inmovilizaremos el miembro para controlar la hemorragia.
- Compresión arterial: Esta se realiza cuando no han funcionado las dos anteriores. Consiste en presionar una arteria principal, arterial humeral (en el brazo) o femoral (en la pierna) para reducir la pérdida de sangre. Este procedimiento solo funciona en lesiones en las extremidades.
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/401a500/ntp_469.pdf
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