Una crisis asmática es una situación en la que se agrava los síntomas del asma, es decir, una mucosidad obstruye parcialmente las vías respiratorias, los músculos se contraen, estrechándolas todavía más y quedando muy poco espacio en su interior para que fluya el aire con normalidad.
Puede llegar a cursar con tos, opresión en el pecho, jadeo, respiración silbante y dificultades para respirar. También puede presentar sudoración, aceleración del ritmo cardíaco
Puesto que una crisis asmática puede poner en peligro la vida de la víctima esta requiere de atención. Puede llegar a necesitar medicación de rescate o de alivio.
Si la víctima llega al centro de salud, primero se debe evaluar la gravedad de la crisis. A continuación, corregir la hipoxemia y broncodilatar al enfermo. Finalmente, iniciar un tratamiento antiinflamatorio con corticoides sistémicos.
Por otro lado, las causas que pueden provocar el asma son los pólenes, los ácaros, alimentos y hongos.
Finalmente, para prevenir el asma se debe evitar la exposición a los agentes que la originan y evitar realizar ejercicios intensos en época de polinización. Las personas que la padecen deben abstenerse de fumar y hacer un seguimiento estricto del tratamiento.
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