Las varices son venas dilatadas, visibles sobre la superficie de la piel. También son conocidas como insuficiencia venosa periférica. Aparecen sobre todo en las piernas en la zona de las pantorillas, pero también pueden estar presentes en otras partes del cuerpo como: el esófago, los testículos o en la región anal (hemorroides). A diferencia de las venas sanas, las varices tienen un color que torna de azul oscuro a morado.
Las venas tienen unas válvulas que facilitan el paso de la sangre hacia el corazón. Cuando éstas válvulas fallan no son capaces de retornarla correctamente, por lo que la sangre se acumula en ellas, se dilatan y se forman las varices.
Esta patología afecta entre el 20-30% de la población adulta y es mucho más frecuente en mujeres que en hombres, por efecto de los embarazos y de hormonas.
Síntomas:
- Pesadez en las piernas.
- Edema.
- Hinchazón.
- Dolor.
- Calambres.
- En fases más avanzadas, pueden aparecer ulceras venosas, oscurecimiento de la piel o incluso sangrado en caso de varices complicadas.
- Formación de trombos.
Factores de riesgo:
- Antecedentes familiares.
- Embarazos.
- El sobrepeso y la obesidad.
PREVENCIÓN:
- Estilo de vida saludable.
- Llevar calzado cómodo. Evitar el uso de zapatos de tacón alto.
- Caminar descalzo sobre una superficie natural como la arena de la playa, siempre y cuando las circunstancias lo permitan.
- Evitar el uso de prendas ajustadas sobre todo en las piernas, por que no permiten la buena circulación de la sangre.
- No permanecer sentado o de pie durante mucho tiempo. Si estás trabajando, permítete descansos.
- Utilización de medias especiales que se pueden llevar durante todo el día.
- Realizar masajes por lo menos una vez al día en las zonas afectadas.
- Mantener las piernas elevadas cuando esté sentado, tumbado o cuando vayas a dormir. Ayudará a mejorar la circulación y aliviará el dolor que provocan.
- Buena higiene e hidratación de la piel.
- Hacer ejercicio.
TRATAMIENTO
Existen anticoagulantes en crema que evitan la aparición de trombos y que ayudan a mejorar la circulación. Analgésicos, antiinflamatorios, cicatrizantes, corticoides..todos estos sobre todo para aliviar el dolor y la inflamación. Tienen que ser recetados por un médico.
Si todo lo anterior no resulta efectivo, y su caso es más complicado, deberá acudir a un médico especialista, el le dirá cual es el mejor tratamiento. Existen varios, algunos de los cuales son:
- Escreloris vascular: Se inyecta en las venas variciosas una solución que las cicatriza y las cierra. A veces se necesitan varias sesiones. No requiere anestesia y se realiza en un consultorio médico.
- Cirugía laser: Se realiza aplicando una fuerte explosión de luz en las varices que hacen que se desestabilicen y desaparezcan.
En casos más avanzados de la enfermedad en ocasiones es preciso una intervención quirúrgica, en donde se realiza la extirpación completa de las varices mediante pequeñas incisiones.
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