Primero, no se debe quitar el caso a un accidentado en los siguientes casos:
- Si solo hay un socorrista porque podemos empeorar la situación.
- Si no se sabe realizar la técnica.
- Si la víctima está consciente, respira con dificultad y si hay sospecha de lesión cervical.
En el caso de que el accidentado presente una parada cardiorespiratoria y el casco impida realizar la RCP se debe proceder a retirarlo, ya que, salvarlo es más importante que agravar la lesión.
Para comenzar la maniobra, debemos colocar a la persona en decúbito supino (boca arriba) con la cabeza, cuello y tronco alienados.
El primer socorrista debe mantener alienados estas tres partes mientras el segundo socorrista procede a realizar la técnica.
El segundo socorrista corta la correa de fijación del casco o suelta el cierre. Asimismo, lo retira suavemente, separando los bordes para facilitar su retirada.
Por último, una vez retirado el casco, inmovilizaremos el cuello con un collarín.
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